domingo, 27 de abril de 2008

Inocencia perdida


Empezó la feria. Guardaba la ilusión de que esta vez fuera distinto.
Leo desde que aprendí a hacerlo, trabajo en el libro desde el 2000. Siempre me pasa lo mismo, espero ansiosa este corte en la vorágine para detenerme y dejarme envolver por ese cardumen de libros en un mar de gente y al tercer día no quiero mas que salir corriendo. Ayer vino mucha gente del interior, eso está bueno. Me recuerda a mi haciendo malabares para viajar, llegar, entrar, recorrer, buscar y volver a Córdoba con algo distinto. Pero no hay mucho. Poco de novedoso, más de lo mismo. Será -tal vez- que vivirla desde adentro hace que uno le conozca el lado oscuro.

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