lunes, 7 de abril de 2008

Un día de Furia


Los lunes son esos días que deberían ser anulados del calendario. A la mala onda de tener que levantarse temprano con ese gusto a poco -resabio del fin de semana- hay que sumarle el tener que salir a lidear con el tráfico agobiante y las misma caras de sueño que la mía.


Ni que hablar de la montaña de pendientes en la oficina que quedaron el viernes ante la inminencia del fin de semana. Parece que todo confabulara. Se van calentando los motores para llegar al cenit del mal humor estimulado por el sistema que se cuelga, la interminable lista de mails que paracen reproducirse bacterialmente y el infinito sonar del teléfono.


Pero lo peor está al volver a casa cuando la alfombra de facturas a pagar se ha instalado en la entrada y pretende cobrarme peaje al entrar.


Odio los lunes. Así de simple y circular. Allá lejos en el horizonte semanal se agazapa uno a la espera de caernos encima otra vez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

EXCELENTE, EXCELENTE, EXCELENTE!!!

Tan YO!